Diferencias de diseño
Quemador manual de etanol
Esto es simplemente una caja. No hay separación entre el quemador y el depósito, por lo que se emplea todo el combustible: varios litros de alcohol. Esto hace que el calor emitido sea muy alto y se extienda por todas partes.
Encastre electrónico de AFIRE
Por otro lado, con un encastre electrónico, el depósito y el quemador están separados. El quemador se alimenta constantemente mediante una bomba. Es más pequeño en tamaño y está aislado del cuerpo del dispositivo. Por tanto, el encastre es frío y el quemador solo contiene unos pocos centilitros de etanol ardiendo. Es por eso que se pueden instalar chimeneas electrónicas en cualquier tipo de vivienda.
Chimeneas y quemadores de etanol: seguridad de funcionamiento
El uso del fuego debe ser absolutamente seguro. Los múltiples detectores en un bloque de combustión electrónica AFIRE pararán automáticamente las llamas si se produce una anomalía durante el funcionamiento. Estos sensores también evitan que el dispositivo arranque si no se cumple alguna de las condiciones de seguridad. Consta de detectores de calor, de CO², bloque de combustión, indicadores de nivel, detectores sísmicos y de inflexión, contacto de la puerta del depósito y bloqueo automático, etc. Seguridad electrónica sobre todos los niveles de funcionamiento del dispositivo.
En un bloque de combustión manual, no existe ninguno de estos dispositivos de seguridad.
Llenado del depósito y medidor
Los accidentes más comunes con este tipo de dispositivos se producen cuando se rellena un depósito caliente o uno que no está apagado del todo. De hecho, si el dispositivo se detiene debido a que se ha quedado sin combustible y todavía lo quiere seguir usando, tendrá que volver a llenar el depósito. Este momento es crítico, ya que debe estar absolutamente seguro de que el fuego está completamente extinguido y de que el quemador esté frío.
Con una chimenea manual, no hay seguridad. Rellenar es la principal fuente de accidentes, que pueden ser graves.
Con un dispositivo electrónico AFIRE:
El quemador y el depósito están separados, por lo que el depósito siempre está frío, incluso durante la combustión. Por lo tanto, nunca rellena directamente una parte caliente del dispositivo, sino un depósito frío aparte de la hornilla. Además, la válvula del depósito se bloquea automáticamente si el quemador está demasiado caliente o si está funcionando, por lo que no hay riesgo.
Los dispositivos puramente mecánicos no se pueden permitir un medidor. Sin embargo, los dispositivos electrónicos AFIRE están equipados con una sonda de nivel. Una alarma audible y visible avisa al usuario cuando el depósito está lleno; por lo tanto, previene derramar el combustible. También indica cuándo está vacío el depósito.
Combustión limpia y ajuste de la llama
Si bien es más técnico y difícil de entender para los principiantes, la noción de combustión limpia sigue siendo esencial. Todos los especialistas coinciden en que una combustión adecuada es una combustión completa. Esto significa que transforma su combustible en calor al tiempo que emite la menor cantidad de residuos que sea posible. Conviene precisar que estos residuos, como el monóxido de carbono, pueden ser peligrosos.
En un dispositivo electrónico, el quemador es pequeño y bien aireado. Se alimenta de forma permanente con una bomba. Por tanto, la mezcla de gas/aire es perfecta y la combustión tiene una salida ideal.
En un bloque de combustión mecánica manual, el depósito y el quemador son la misma cosa, por lo que cuanto más bajo esté el nivel de etanol, más difícil será para el oxígeno llegar y mezclarse con el gas. Esto se traduce en una quema no limpia, creando gases peligrosos y hollín.
Los dispositivos AFIRE no están equipados con válvulas de ajuste de llama que impidan el acceso al aire. Todos los profesionales de la industria de la calefacción y las chimeneas reconocen que esta sería la peor de las soluciones. Mediante la reducción de la combustión de oxígeno para reducir la llama, también se producen materiales no quemados tales como el hollín (carbón) y el muy peligroso monóxido de carbono (CO).
Encendido y extinción
Para encender un fuego manual, tiene que aproximar su mano al fuego, no hay otra manera de hacerlo. Es necesario utilizar una cerilla o un encendedor largo. Si el quemador está caliente, se produce gas en abundancia. Al encender, se producirá un destello que será mayor o menor dependiendo de lo caliente que esté el combustible. Esta detonación, como mínimo, resultará en un reflejo de sorpresa o miedo, y también puede dar lugar a accidentes.
Con una chimenea electrónica, el encendido se hace automáticamente , con solo pulsar un botón. No hay necesidad de aproximar tanto la mano a las llamas. Además, esto significa que solo está encendiendo unos centilitros del combustible inyectado por la bomba y no toda la cantidad de etanol, como en un quemador de depósito manual.
¿Por qué no hay olor con los quemadores de etanol electrónicos a diferencia de los encastres manuales?
En un bloque de combustión manual, el propio combustible se calienta (a menudo varios litros del mismo), lo que, inevitablemente, emitirá olores debido a los componentes aromáticos presentes en todos los alcoholes. Con respecto a los dispositivos electrónicos, no hay olor en absoluto. De hecho, el depósito está frío y sellado y, además, solo unos pocos centilitros de alcohol inyectado se queman inmediatamente.
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